Una ‘Cadena de Paz’ irresponsable

Creo que ésta ha sido una de las medidas más estrafalarias e irresponsables que ha realizado el gobierno de Sheinbaum hasta la fecha

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Agentes de policía enfrentados a manifestantes, detenidos, heridos, carreras y gritos son imágenes que ningún jefe de gobierno quiere ver en su ciudad. Si ese Ejecutivo además es de izquierdas, y durante años ha sido parte activa de las protestas ciudadanas, evitará por todos los medios llegar hasta ese escenario. Por eso a nadie le extraña la pasividad con la que las fuerzas de seguridad actúan frente a unos destrozos, que ya se han convertido en costumbre durante las últimas manifestaciones realizadas en la capital mexicana.

Decenas de radicales, cobardes con la cara tapada, aprovechan el tumulto para destrozar negocios y mobiliario urbano sin pararse mucho a pensar en las consecuencias de sus acciones. Finalmente serán los comerciantes (grandes y pequeños) y los propios contribuyentes los que paguemos la reparación de sus desperfectos. Agrediendo objetos inanimados, éstos degenerados se creen valientes y revolucionarios, pero no se dan cuenta que con sus acciones están perjudicando, más que beneficiando, los intereses que persigue la marcha en la que se integran. Lo vimos en la manifestación feminista del pasado mes de agosto, cuando la actitud de los radicales terminó por opacar el mensaje (tan necesario) que las mujeres mexicanas quisieron expresar aquel día.

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Ahora bien, ¿cómo evitar estos destrozos sin proyectar una imagen de gobierno ‘represor’?. Esta misma pregunta ha debido atormentar la cabeza de las autoridades capitalinas hasta que alguien dio con una idea que muchos consideraron brillante: una cadena humana de civiles que se encargue de evitar que los radicales realicen destrozos. ‘La Cadena de Paz’ se estrenó esta semana durante la marcha por el 51 aniversario de la matanza de Tlatelolco y, aunque el resultado fue nefasto, pudo haber terminado mucho peor. Sheinbaum ha decidido delegar las tareas que corresponden a sus agentes antidisturbios a civiles sin preparación y con una camiseta distintiva como único escudo frente a los radicales.

A los que acuden a las manifestaciones con la cara tapada, y con el único objetivo de descargar su rabia con el mobiliario urbano, no se les puede frenar con buenas palabras. El único lenguaje que entienden es el de la intimidación, por eso los únicos que les pueden ahuyentar son las fuerzas de seguridad. Sé que éste no es un mensaje políticamente correcto, pero es necesario. Y no tanto por la pequeña derrama pública que supongan sus destrozos, sino porque su violenta actitud pone en peligro al resto de manifestantes pacíficos y también el correcto funcionamiento de la libertad de expresión y protesta.

¿Cómo es posible que no se haya detenido a ningún violento durante todas estas manifestaciones? Yo se lo explico: el gobierno de Sheinbaum tiene miedo de actuar y que le acusen de represor. Pero se equivocan, no se trata de pegar a los manifestantes, sino de asegurar los negocios y detener por supuesto a los que realicen destrozos. No queda de otra, si no ¿qué creen? ¿que si hay impunidad los radicales no van a volver a actuar? Lo harán hasta que vean que alguien se lo impide. Y esos no tienen que ser los pobres integrantes de una ‘Cadena de Paz’; eso no es ninguna autoridad, más bien son civiles en riesgo de ser atacados por radicales. Durante la marcha de Tlatelolco y, ante el ataque y señalamiento de los violentos, muchos de ellos tuvieron que quitarse las camisetas para evitar ser perseguidos.

Creo que ésta ha sido una de las medidas más estrafalarias e irresponsables que ha realizado el gobierno de Sheinbaum hasta la fecha. ¿Qué hubiera ocurrido si un integrante de la cadena muere o es herido de gravedad? Sin seguro, ni formación, ni más escudo que una camiseta que le convierte en objetivo, ¿qué responsabilidad habría asumido la autoridad capitalina? Es un despropósito para evitar hacer uso de la fuerza contra aquellos que no tienen respeto por nada ni nadie. Y lo peor es que, si no cambia nada, seguirán actuando con total impunidad para perjuicio del resto de manifestantes pacíficos.