Hoy vaga la especulación que la revista Proceso podría estar en quiebra, lo que asoma su desaparición.
Representa la confirmación del alto nivel periodístico de Julio Scherer García, quien, como director general de Excélsior, lo llevó a la cumbre del reconocimiento del medio en todo el país.
Scherer fue despojado del diario por la maquinación de Luis Echeverría.
Fundó Proceso, que desde su primer número ocasionó expectación y obvio, interés que, incluso desapareció a su salida.
Sin descontar que pudo ser un ardid publicitario que funcionó. De inmediato a partir de entonces, la revista ha sido buscada cada fin de semana por lectores de todos los niveles.
El columnista Salvador García Soto, de El Universal, soltó la noticia que impactó al gremio de todos los rubros, políticos y lectores asiduos de Proceso con 46 años de permanencia.
Apuntó el columnista que, hoy está en serias dificultades:
Atraso con dos quincenas para sus empleados y dilemas hasta para costear la impresión, de acuerdo a filtros de la propia revista.
Que, el riesgo ya es superlativo, pues pudo estar a punto de no salir el número que hoy circula.
A los trabajadores de las distintas áreas les han dicho que hay problemas de liquidez y se les eliminó el fondo de ahorro y prestaciones.
Se dice. Sería preocupante su vigencia.
Una de las razones es la nula publicidad del gobierno federal, que les canceló sus pautas a partir de las quejas del Presidente sobre publicaciones y portadas de la revista.
Se combinó con una caída drástica de la publicidad de gobiernos estatales, morenistas; tampoco invierten en pautas de publicidad en ese y otros medios.
Scherer hijo, fue Consejero Jurídico de la Presidencia, chocó con el ausente Fiscal federal, Alejandro Gertz Manero y cambió su destino político.
Salió del equipo presidencial a los 33 meses de gobierno.