La guerra de Putin sobre Ucrania está por cumplir un año, la comunidad internacional, en las primeras horas de las acciones bélicas perpetradas por las fuerzas armadas rusas, dejaron en un asombro a la mayoría de los medios de comunicación globales, mesas de análisis con especialistas buscaban encontrar el hilo conductor, identificar los motivos, las causas, el razonamiento para llevarlo a cabo tal incursión militar, así como también, los impactos a la industria petrolera, a las cadenas productiva, a la propia estabilidad europea, la capacidad de reacción de la defensa ucraniana y tal vez uno de los cuestionamientos más profundos, en esas oscuras horas, era saber sí el gobierno de Volodimir Zelenski estaba a la altura de las circunstancias.

Las distintas mesas de análisis en los medios de comunicación estadounidense, como de España o Francia (entre otros), localizaban a diversos especialistas tanto militares como de inteligencia, pero también, internacionalistas, politólogos, sociólogos y psicólogos, para buscar obtener la mayoría de las posibles causas que acertaran a las motivaciones por las cuáles la guerra había llegado a Europa como un fantasma furioso que buscaba venganza.

-Publicidad-

Asimismo, en el mundo académico, las asignaturas de diversas carreras y posgrados, tuvieron interesantes debates entre docentes y alumnado, entre catedráticos y especialistas, pues las líneas de investigación y los campos del conocimiento comenzaban a reevaluar la importancia del arte de la guerra, el espionaje, los pactos y las alianzas estratégicas. El mundo estaba retornando a sacar del baúl de los recuerdos, a todas las teorías cuyo análisis versara sobre la complejidad de la seguridad internacional, a partir de la amenaza y la agresión, considerando en ello, a una potencia nuclear, hacer uso del argumento de la reclamación de posesión de un espacio terrestre y de una factible agresión por parte del país agredido, la cual debía de ser detenida antes que sucediera.

A un año de la guerra, pocos días atrás, el presidente Zelenski (nació 25 de enero de 1978, en Krivói Rog, República Socialista Soviética de Ucrania, Unión Soviética), con su ya habitual vestimenta verde olivo, con la barba de varios días, que hace recordar al mundo y ante todo a las naciones europeas, que la guerra continua, que la agresión rusa es permanente, siendo la región estratégica del Donbás, la que en próximas semanas se verá afectada, por una nueva agresión por parte de la Federación Rusa. Este hombre de estatura pequeña, educado en la Universidad Nacional de Economía de Kiev, en donde obtuvo la licenciatura en Derecho, (fue electo presidente en mayo de 2019, siendo el sexto presidente de su nación desde su independencia de la Unión Soviética en 1991); paso de ser un gobernante sin mucho merito, a ser un líder global por su determinación para defender la soberanía de su patria.

Luego entonces, conocedor de la importancia mediática que toda guerra tiene y de utilizar las coyunturas políticas, ha evaluado una interesante estrategia, acercarse más a la Europa democrática, acercarse a aquellas naciones cuyo espíritu nacional está sólidamente cimentado, en los valores de la cultura democrática, de la libre expresión y ante todo, de defensa de la igualdad, fraternidad y la libertad. En lo que para los medios de comunicación fue un inusual viaje a Gran Bretaña, Francia y Bélgica, fue el comienzo de una nueva etapa de la guerra en Ucrania.

Las visitas para reunirse con el Rey Carlos III y el Primer Ministro Rishi Sunak, en Londres, viajar posteriormente a París Francia en dónde se encontró con el Presidente Emmanuel Macron y el Canciller Olaf Scholz y finalmente reunirse en la capital europea (Bruselas, Bélgica), con Úrsula Von Der Leyen y Charles Michel; fue un movimiento ágil en el tablero mundial, para reiterar la necesidad de integrar a Ucrania a la Unión Europea, pero de igual manera, instando que la seguridad regional (y tal vez, global) pasa por la defensa de la soberanía de Ucrania.

Por tal causa, es la necesidad de seguir contando con el apoyo de la infraestructura militar de la OTAN, el apoyo de la inteligencia de las naciones aliadas y la capacitación para militares y marinos en las técnicas, tecnología y doctrina militar de occidente, que son esenciales para frenar en el Donbás a la agresión rusa. Por tal sentido, la entrega de material bélico especializado es de vital importancia como los tanques Challenger 2 (británicos), Leopard 2 (Alemanes) y M1-Abrams (estadounidenses), como también, el entrenamiento que han llevado a cabo 10, 000 soldados y en este año se sumaran 20, 000 soldados y marinos, en tiro fijo, primeros auxilios, guerrilla urbana, tácticas de patrullaje y ahora se agregara, instrucción para pilotos de combate e infantería para los marinos ucranianos.  Tales entrenamientos se ha ido llevando a cabo en la instalaciones del ejército británico al sureste de Inglaterra, pero también se utilizan bases navales y militares en Canadá, Países Bajos, Nueva Zelanda y los países nórdicos.

Existe la posibilidad que en el menor tiempo posible y después del adiestramiento pertinente, el gobierno británico pueda entregarles aviones clase OTAN como son los Typhoon y muy eventualmente, aviones de combate F-35 de Lockheed Martin Corp. Las estrategias van acomodando las piezas, justo cuándo las amenazas y la insistencia de Moscú, de intensificar las acciones bélicas sobre todo Ucrania son parte de la propia estrategia de la Federación Rusa a casi un año de la invasión.

En un interesante estudio de J. E. Lendon intitulado, Soldados y Fantasmas. Mito y tradición en la antigüedad clásica, da una importante reflexión sobre lo que está aconteciendo en la guerra de Putin sobre Ucrania: “los héroes no sólo compiten en el combate abierto, sino que las emboscadas, las expediciones de espionaje, y los ataques nocturnos también evalúan la fuerza, la valentía y la velocidad de los pies, así como la astuta inteligencia encarnada por Odiseo. La guerra en la Ilíada también implica, reuniones, tanto asambleas abiertas como pequeños cónclaves de los guerreros más importantes, que ofrecen la oportunidad de competir a la hora de dar buenos consejos y en poder de persuasión. Como en el combate, la asamblea <dónde los jóvenes compiten con las palabras> es también <donde los hombres son preeminentes> y <donde los hombres alcanzan la gloria>

El presidente Zelenski ha expuesto una brillante jugada en el tablero mundial, se está comportando como un líder nato, cuándo los influjos geopolíticos se acomodan a causa del propio aislamiento en que está ubicado Vladimir Putin, la capacidad de comunicación, de exponer sus anhelos y deseos, de presionar y tocar las fibras políticas de los lideres globales de que es el momento adecuando para sumar y no para dividir, todo en un momento en el que el mundo se debate en la definición del orden mundial, con escenarios complejos y complicados.  La geopolítica se  comparta a necesidad de las elites gobernantes, pero para hacerlo se requiere que sus líderes sean políticos en la arena de la confrontación democrática, estadistas en la lucha del poder entre naciones y potencias, pero también, el líder debe de ser un hábil comandante que persuade y compromete, ganado simpatías y aliados. La jugada en el tablero mundial, la ganó Ucrania.

El tablero se ha manifestado, así como lo han hecho los EEUU a través del discurso del Estado de la Unión, que pronunciara el presidente Joseph  Biden, en donde enfatizo desde los primeros minutos algo esencial para la vida del Estado, y es el hecho que sí no existen políticas bipartidista, la hegemonía de esta nación se verá en la zozobra. Los jugadores han asumido los riesgos, pero son calculados, a partir del debido análisis geopolítico para establecer cuales son los mejores derroteros en la lucha por la hegemonía mundial. Los primeros avances de la Guerra Fría 2.0 son una realidad.

Mientras tanto en Palacio Nacional, la democracia es la versión de una sola persona, la libertad política la define una sola persona y el destino de una nación es a voluntad de una sola persona. El divisionismo, la confrontación y la intolerancia se apoderan de la sociedad en beneficio de un proyecto cuatrero, que no busca el bien común busca perpetuarse en el poder por lo medios necesarios.