La toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador está cada vez más cerca, a menos de dos semanas de que se realice el relevo presidencial y con por lo menos una docena de líderes y representantes de Estado que han confirmado su asistencia, la gran interrogante sigue en el aire ¿Quién se hará cargo de la seguridad?

Generalmente, la seguridad de la toma de protesta corre a cargo del Estado Mayor Presidencial (EMP), que es el órgano técnico militar encargado de proteger al Presidente de la República. Sin embargo, tanto el equipo de transición como el propio mandatario electo han afirmado en reiteradas ocasiones que este cuerpo de seguridad se va a reintegrar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por lo que no estarían en la toma de protesta.

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Recientemente, la Sedena anunció que el próximo 30 de noviembre se firmará un acuerdo para reintegrar al EMP a las Fuerzas Armadas en el  primer minuto del primero de diciembre, por lo que el todavía Presidente Enrique Peña Nieto pasará sus últimos momentos como mandatario sin cuerpo de seguridad.

Es por ello que Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, anunció que la seguridad en el exterior del Palacio Legislativo de San Lázaro correrá a cargo de la Policía Federal y de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, mientras que al interior del recinto, será el personal de seguridad del Congreso quien protegerá a los asistentes a la ceremonia.

Aunque parece ser que, como en el caso de las comisiones bancarias, el político tabasqueño tuvo que meter mano al asunto, pues don Porfirio declaró este martes que las Fuerzas Armadas no han sido “desinvitadas” al evento y que, en todo caso ocuparán el lugar que les corresponda de acuerdo con su invitación. Es decir que sí van, pero quien sabe, por si las dudas y aparentemente no se tiene ni la más mínima idea con respecto a los protocolos de seguridad correspondientes.

 A.R.T