Fue el mejor regalo de cumpleaños para el dictador López Obrador.
Una rebelión social –a favor de la defensa del INE–, que ya no la para nadie.
Un regalo de repudio colectivo, de cientos de miles de ciudadanos, quienes no sólo defendieron al INE sino que censuraron el mal gobierno de López Obrador.
Regalo de cumpleaños que hizo ver al rey de palacio como “un enano de tapanco”, mientras que la sociedad mostró cada día más fuerza y voluntad para defender la democracia.
Regalo de cumpleaños que permitió escuchar por todo el país y allende las fronteras, el estribillo colectivo en defensa del Instituto Nacional Electoral: “¡El INE no se toca!”.
Celebración que movilizó a cientos de miles de mexicanos que en todo el país –en por lo menos 30 capitales–, corearon consignas contra el mal gobierno de López Obrador, contra su reforma electoral, contra su mentirosa gestión y contra sus fracasos de escándalo.
Una de las mayores movilizaciones ciudadanas de la historia que, por si fuera poco, le recordó al sátrapa de Palacio que su gobierno no sólo ha sido un rotundo fracaso sino que es veneno puro para la democracia.
Movilización callejera, exactamente igual a las decenas de marchas que por más de dos décadas convirtieron a López Obrador en el más popular líder opositor y que, por esa misma razón, encolerizó al huésped de Palacio, quien durante cinco días consecutivo insultó a los manifestantes, a los que difamó y calumnió sin freno.
Una movilización que le recordó a cientos de miles de mexicanos que la lucha callejera es el mejor antídoto contra los tiranos y los dictadores que pretenden sepultar la democracia para imponer gobiernos autoritarios y de pensamiento único.
Una expresión de repudio colectivo de cientos de miles de ciudadanos en todo el país contra un dictador que no guarda las formas para imponer su autoritarismo, su voluntad y su tiranía, en un afán malsano para destruir la democracia mexicana.
Oleadas de cientos de miles de ciudadanos que en la capital del país, en Guadalajara, Monterrey, Querétaro, Jalapa, Puebla, Morelos, Tamaulipas… y una treintena de capitales no sólo exigieron respeto al INE sino que ofrecieron su respaldo irrestricto al árbitro electoral.
“¡El INE no se toca!”, “¡Fuera López Obrador!” y “¡El INE no está solo!”… fueron algunas de las consignas coreadas por cientos de miles en todo el país.
Pero la marcha por la defensa del INE también llegó al extranjero; a Madrid, Londres, Nueva York y muchas otras grandes capitales del mundo, en donde los mexicanos expresaron su respaldo al árbitro electoral y a la democracia mexicana.
Movilización ciudadana que puso nervioso al gobierno federal y a los gobiernos estatales de Morena, quienes pagaron sumas escandalosas para ofender, denigrar, difamar y calumniar a los manifestantes.
Pero en el extremo de la desesperación del dictador, incluso se produjeron denuncias de que al igual que en las dictaduras del mundo, en México operó un grosero bloqueo oficial de las señales de redes sociales, a manera de control de daños.
Lo cierto, sin embargo, es que la rebelión social a favor del INE ya no la para nadie.
Se los dije.