El juicio sigue

Ha culminado la presentación de testigos por parte de la Fiscalía y la Defensa en el juicio del exSecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, que se celebra en Nueva York.
El proceso que se ha seguido ha tenido impactos mediáticos distintos en EU y en México; no ha cumplido las expectativas de un supuesto juicio del siglo, la cobertura y difusión no ha trascendido más allá de un morbo político, con filias y fobias que se explican por los intereses de los testigos protegidos y por algunas autoridades mexicanas que, literalmente, buscan llevar agua a su molino.
Independientemente de las características que tiene el proceso judicial en EU, los testigos de la Fiscalía no han logrado presentar evidencias fehacientes, ni presentado pruebas concluyentes que faciliten elementos verdaderos, se han cifrado sus presentaciones en dichos, no corroborados, de testigos que, dada su situación de detención o que están pagando condenas, permiten entrever que pueden decir cualesquiera cosa en contra del que se juzga, buscando obtener beneficios que disminuyan sus penas, y lo que se ha difundido de sus declaraciones no lleva de inmediato o directamente a corroborar las acusaciones en contra del que se juzga.
Cabe anotar que no solo está en el banquillo de los acusados, una persona, Genaro García Luna, sino que se aprovecha para juzgar las instituciones mexicanas, dar un golpe al funcionamiento que tuvieron en la administración del 2006 al 2012, y que coinciden con intereses del actual gobierno mexicano.
Se ha pretendido desde México, que el juicio alcance para evidenciar cierta complicidad entre García Luna y el expresidente Calderon. Cuestión que señalábamos podría ser delicada para el actual gobierno y que, con las declaraciones iniciales del último testigo, el hermano del mayo Zambada, llegó a mencionar que a un colaborador -el subsecretario Regino-del entonces Secretario de Seguridad y cercano al Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente, le dieron siete millones de dólares, para una supuesta campaña electoral, a cambio de que la delincuencia organizada tuviese libertad de movimiento. Sin que medie tampoco evidencia alguna.
Esta declaración conduce a una ruta delicada, en donde siguiendo la intención de vincular al expresidente Calderón a las acciones ilegales atribuidas a García Luna, harían lo propio con el Subsecretario Regino, acercándolo con el actual canciller y el actual Presidente mexicanos.
Gracias a la objeción del fiscal, que detuvo las preguntas del abogado defensor y, a una intervención del juez, que los conminó a no entrar en el tema, no se juzgó el asunto de la relación de narcotraficantes y de carteles con el actual gobierno de México, lo que de manera indirecta sería defender a quien está siendo juzgado directamente y juzgar, indirectamente, a las instituciones y políticas de seguridad y exterior mexicanas.
El juicio terminará en los próximos días, el jurado habrá de deliberar, la culpabilidad o inocencia de Genaro García Luna, la sentencia tendrá algunos meses para ser conocida y, de ahí veremos los alcances e impactos que tenga con respecto en la persona directa de García Luna y de manera indirecta, con las autoridades e instituciones mexicanas.
Si bien no es el juicio del siglo, sin duda tendrá repercusiones en algunos auCtores en nuestro país.
Falta menos, para observar el derrotero y las consecuencias del juicio, el mayor juicio se construye en México y la forma en que se difundan las narrativas que surjan del juicio de Nueva York impactará el proceso de sucesión presidencial.