Durante muchos años, desde finales de los noventas, Andrés Manuel López Obrador tomó como bandera política su lucha contra el Fobaproa y su conversión, vía reformas legislativas, en lo que ahora es el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB)
Pero resulta que no haber existido este mecanismo, el presidente López Obrador hubiera enfrentado ya dos severas crisis económicas de consecuencias incalculables debido a la quiebra de dos bancos que han ocurrido durante su gobierno.
El 30 de junio del 2020 el Banco Famsa cerró sus puertas debido a que ya no tuvo la capacidad financiera para seguir operando. El IPAB tomó el control de la institución crediticia y dejó a salvo los ahorros de 580 mil 774 personas.
El IPAB que criticó López Obrador, ya lo salvó de dos crisis
Gracias a esas reformas tan criticadas durante años por López Obrador, protege el patrimonio de los cuentahabientes por un monto de hasta 400 mil Udis, que equivalen a dos millones 578 mil 66 pesos.
Y el pasado 29 de septiembre, cerró sus puestas del Banco Accendo por los mismos motivos que el anterior. Este pequeño banco contaba con mil 518 ahorradores. Los cuales hubieran perdido todo su dinero no haber existido el IPAB.
En síntesis, de no haber existido este mecanismo de salvaguarda establecido en el IPAB, más de medio millón de personas hubieran perdido todos sus ahorros de la noche a la mañana en plena pandemia del Cóvid-19.
Las consecuencias de esa pérdida económica las hubiera tenido que enfrentar el gobierno de la “4-T”. Que ha visto incapaz de hacer frente a otras contingencias, como la del coronavirus y los desastres naturales.
El IPAB permitió que los ahorradores de los bancos quebrados no perdieran su dinero y le evitó a López Obrador dos crisis que no hubiera sabido cómo enfrentar.
JC